Ramón Acin. El hombre bueno.

No puedo decir que sea un asiduo de los museos pero lo cierto es que a veces me gusta perderme por sus salas vacías (sobre todo por la tranquilidad que ofrecen excepto el día de la noche en blanco claro). Y hoy, después de tomar un café en una de esas cafeterías donde practican el arte del latte y comprobar que más que un corazón el camarero me había endilgado una especie de molleja resequida he pensado que  podía ser un buen momento para olvidarme de todo y volver a visitar el IAACC Pablo Serrano donde además de la exposición sobre la soprano aragonesa Pilar Lorengar, descubri gracias a un amigo, casi como por causalidad, en la cuarta planta otra exposición sobre la figura de Ramon Acin.

De Ramón Acin lo único que sabía era que era el autor de las pajaritas del parque de Huesca que se han convertido en el símbolo de la ciudad y que inexplicablemente sobrevivieron a la dictadura como caballo de troya que encerraba dentro un símbolo de libertad y poco más.

Pero la exposición me llevo a mirar un poco por internete y encontrarme con una figura que me cautivó. No solo por su participación en el movimiento de un Aragón libertario del que ya todo el mundo ha parecido olvidarse (o casi) sino sobre todo por su calidad humana y quería compartir aquí algunas anécdotas que encontré y algunas fotos de su obra y una entrevista a su hija Katia que quedo huérfana junto con su hermana Sol a una edad muy temprana y que me parece un ejemplo vital y lleno de sentido del humor. 

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Ramón Acín tenía un perro, Tobi. Uno de esos de raza difusa, al que le entristecía que le pusieran el bozal, tal como exigía la normativa municipal. Por eso Acín decidió pintarle con una brocha un simulado correaje y sacarlo a pasear para despiste de los guardias y felicidad de su mascota. 

Cuando en 1932 tocó el gordo de Navidad en Huesca, del que Acín llevaba participaciones. Muchos de los agraciados destinaron el premio a construir los chalés que todavía hoy jalonan la calle del Parque; él, en cambio, lo invirtió en financiar ‘Tierra sin pan’, el documental de su amigo Luis Buñuel sobre Las Hurdes.

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Ciudadano comprometido con el tiempo que le toco vivir, mantuvo posiciones libertarias y pacifistas. Una imagen icónica es su jaula con una pajarita de papel dentro

Sus ideas y su forma de entender la vida le pusieron en el punto de mira. Estuvo varias veces en la cárcel, y su implicación en la Sublevación de Jaca en diciembre de 1930 le obligó a exiliarse temporalmente a París. Incluso tras proclamarse la II República pisó de nuevo el presidio por su solidaridad con las huelgas obreras y desde allí escribió unas líneas a sus hijas Sol y Katia

También el papel de papa tiene dibujado al principio como el vuestro

 una palomica que todas las noches se escapa por las rejas de la carcel y que cuando

 vosotras y mama dormís os besa y vuelve a mi. Os quiere vuestro papa Ramón

Fue profesor de la Escuela de Magisterio de Huesca e impartió clases particulares de dibujo en su propia casa a niños con pocos posibles; fue también un gran entusiasta de la imprenta Freinet, con la que los escolares podían realizar sus propios libros a partir de sus propios trabajos de clase. Como temía que los quedarse sin la plaza de profesor en Huesca, en los pasillos de la mansión destinada a cobijar a los opositores uno de los que ocupaba un puesto por delante de Acín para elegir plaza comento:

- Yo puedo elegir tal y tal plaza. Entre otras plazas puedo elegir Huesca ¿Qué tal será Huesca?

- Una calamidad - contesto Acín-. Allí hay cuatro meses al año de nieve y la ciudad vive en invierno metida en su capote blanco además bajan los lobos del pirineo y entran por las calles comiéndose las criaturas. Hay que organizar batidas muy serias Un abuelo mío…

De forma que al llegarle el turno la plaza de Huesca caía en sus manos.

En cierta ocasión se enfrentó casualmente con un sesudo obispo de Huesca cuyos más de 90 kilos hacía imposible identificarlo con la santidad. Acín empezó a hablarle de la santidad de Bakunin y este quedo deslumbrado al oir de un santo desconocido para él. Enterado días después por un Jesuita de quien era Bakunin profesó a Acín un odio completamente episcopal 

En la noche del 18 de julio de 1936 una multitud de oscenses se dirige al gobierno civil en demanda de armas para hacer frente a la sublevación militar, el gobernador de Huesca se entrevista con Acín y otros líderes antifascistas asegurándoles que todo está bajo control. Al día siguiente Huesca es tomada por los sublevados.

Acín se oculta en su domicilio hasta que el 6 de agosto, al oír como maltratan a su esposa, sale de su escondite voluntariamente y se entrega. Ese mismo día será fusilado en las tapias del cementerio de Huesca. Su esposa Conchita Monrás será asesinada, diecisiete días después, junto a un centenar de republicanos oscenses.

Katia Acín. La niña saltatapias from Emilio Casanova Producciones on Vimeo.