Entradas

Mostrando entradas de 2021

El reencuentro

Imagen
Me pasan unas fotos por wasap y los rostros de hace más de  treinta años surgen entre la niebla de mi memoria. Son como piezas de un puzzle donde me cuesta reconocerme  en el crío a medio hacer, y con pelo, que me mira, con un gesto, que ese sí, reconozco como mío. En voz baja voy diciendo mi nombre y los otros nombres como quien los escribe en el aire para conjurarlos, en el mismo deseo compartido de un  reencuentro deseado después de ya demasiado tiempo. Con los nervios agazapados en el vientre y aparcando el miedo a los abrazos y los besos, me sorprende un ejército de  sonrisas al descubierto que vuelan libres,  como mariposas, plantándole cara al mal fario de estos momentos vividos, raros y extraños. El tiempo vuela y ha ido pasando, cubriéndonos de nostalgias y arrancándonos mordiscos de esperanzas, pero ahí seguimos, con la alegría intacta, disfrutando de nuestros pequeños momentos, emocionándonos  sin que haya viento del sur o del norte que nos enfríe las ganas de vivir.  Mientr

Negro presentimiento

Imagen
Hace ahora dos años, un día de primavera de 2019, tras la manifestación en Madrid por la España vaciada, tras las canciones y los slogan y la alegría de una esperanza ilusionante,  escribía sobre el mal presentimiento de aquella pancarta solitaria y olvidada junto a una papelera en la boca del metro. Hoy, ese presentimiento corre como una sombra sobre los muros de las casas cerradas y campos abandonados susurrando a las vías por donde ya no pasa ningún tren, que la noche larga del olvido está llegando. Se cierran unos servicios o no acaban de llegar otros, se cierran oficinas bancarias,  se cierra el único bar del pueblo y seguimos sin proyectos, sin  ideas mientras ese territorio vaciado, que no vacío, que agoniza en silencio con los dientes apretados, vuelve a ser terreno abonado a la especulación y a las grandes oportunidades de los de siempre. Los mismos señores, dueños de todo y a los que nunca les afecta nada, que disfrazados ahora con la máscara del desarrollo verde y sostenible

Mi viejo castillo

Imagen
Yo tuve un viejo castillo encantado por la luna, donde jugar y crecer, rodeado de un riachuelo que fluía entre olmos gigantes de troncos huecos donde esconderse y donde dar, nervioso y torpe, ese primer beso que se queda grabado en la memoria.  Un castillo con su bruja loca, con sombrilla en lugar de escoba. Una bruja buena de sonrisa pícara, un hada madrina más bien, que yo siempre imaginaba, en otros tiempos, montada en una calesa de caballos, hermosa y vestida de blanco como una princesa, porque así me lo había contado mi madre cuando yo le preguntaba por ella.  Mi viejo castillo era un espacio prohibido por los mayores. Que entrábamos a pesar de todo, era un secreto a voces y suponía esquivar la vigilancia de los serenos en la cava. Todo un riesgo. Tenía una entrada secreta a pasadizos oscuros, habitados por monstruos (así era para nosotros) donde aprendí a vencer mis miedos y una entrada principal que había que atravesar, de uno en uno, por las grietas de una puerta gigante, desve

María la tonta y Carmen la lista

Imagen
Llegan hasta mí dos noticias acerca de cosas olvidadas que se niegan a desaparecer como hojas muertas arrastradas por el viento: Toda la tristeza del cielo cae sobre la calavera agujereada de María Domingo junto a su peineta destrozada tras años de olvido mientras lejos de allí, el corazón de piedra de la pequeña pila  bautismal de Frumales llora olvidada en el fondo del jardín del pazo de Meiras ahora desierto. Dos noticias, Dos mujeres, dos actitudes diferentes, la de María y la de Carmen,  frente a la sociedad que les tocó vivir. María Dominguez nació en 1882 entre el olor a trigo de las eras y el sudor de los labradores, en Pozuelo de Aragón, un pueblecito del Campo de Borja, en una familia de jornaleros analfabetos Sus pequeños dedos infantiles tuvieron que aprender  pronto a respigar en los campos y recoger el fruto de vides y olivares mientras que en sus ratos libres, a la luz de la lumbre, con la ayuda de esos mismos dedos ennegrecidos por el sol y el trabajo, deletreaba, como

Los jinetes del viento.

Imagen
  Vivían junto al Ebro. Eran pequeños en tamaño pero grandes  guerreros, fieros y leales.  Buenos jinetes, con apenas  otro escudo que su cuerpo, cabalgaban a pelo por estepas, bosques y tomillares, sin más compañía  que el viento. Así eran los nativos sedetanos, hijos del  Ebro y del cierzo. Los jinetes del viento, a los que su caballo trasladaba  al más allá, una vez muertos. Mientras tú sueñas quizás que cabalgas veloz, a lomos de tu caballito de madera con tu espada y tu casco de mentira, luchando contra gigantes de un solo ojo y dragones de escamas doradas, yo solo quiero velar tu respiración tranquila y ser el vigía del territorio sagrado de tus sueños, sin perturbarlo ni atreverme a profanarlo. Y contemplar  tu rostro porque solo él me da ahora sosiego, más allá del transcurrir insano de los días. Quisiera decirte tan solo que lo siento por este mundo maltrecho que te dejo. De mi caballito de madera ya hace tiempo que perdí las riendas y ahora anda  desorientado por caminos,

Caleidoscopio de pandemia

Imagen
Espejos , dentro y fuera de la realidad en el recinto  CaixaForum  Zaragoza.   Me encuentro en el corazón de la ciudad del viento como el crío que gira el tubo de un caleidoscopio gigante, creando imágenes de todas las formas y colores. Faltan unos minutos para el cierre del bar y han comenzado a recoger las mesas de la terraza. El sonido y las luces estridentes de una ambulancia, que pasa veloz camino del hospital,  despierta el recuerdo dormido de una mano huesuda, arrugada y ya fría, de una respiración  forzada, angustiada, y aquel sentimiento de saber que tiene que dejarla marchar pero aún la  retiene un momento, le acaricia la cara, le besa la frente y la tensión, acumulada los últimos  días, se diluye poco a poco: ha dejado de respirar. Todo ha acabado. La muerte liberadora. Un  instante intenso al que le sigue un despertar lento como la salida del sol en un día de niebla. La camarera se acerca y, amablemente, le dice: - Estamos cerrando. Ya sabe: la nueva normalidad. Apura el úl

La conspiración Filomena.

Imagen
En esta tierra, más de nieblas y zierzos, abrir el balcón y encontrarse con un manto blanco  arropando el paisaje, es un espectáculo para los sentidos al que difícilmente  puede uno permanecer insensible. Una llamada a la insurrección. Así que desempolvo mi disfraz de Amundsen, le pongo el arnés a Nala,  que  lleva un rato inquieta presintiendo algo diferente en el ambiente y nos lanzamos a la calle mandando a la mierda las recomendaciones de permanecer encerrados en casa. Miro al cielo gris cuajado de virutas de algodón que caen suavemente sobre mí. Cierro los ojos, siento el frío de la nieve en la cara y….¡Dios, que bien me siento! Los parques se van llenando poco a poco de risas y alegría. Vida. Sólo vida, ni más ni menos.  Adolescentes gritando y lanzándose bolas de nieve, familias preparando un rechoncho muñeco de nieve con zanahoria y todo. Mientras otros, aprovechan los taludes junto a la ribera del Ebro para lanzarse  por la nieve entre gritos y risas,  unos con palas, otros co

La gran conjunción

Imagen
El 21 de Diciembre, día del solsticio de Capricornio, culmina la llamada Gran Conjunción en Acuario de Júpiter y Saturno y con ella comienza un nuevo ciclo de gran potencial creativo y creador. 2021 es un camino de puertas y encrucijadas, sí no se sucumbe al miedo a expresarnos y somos capaces de reconocer a qué y a quién sirve nuestro corazón. * * * * Llega la última luna llena del 2020, y en este fin de año frío y extraño, la gran conjunción de Júpiter y Saturno  me ha colocado en la encrucijada de tomar una decisión  y asumirla.  Esa  es quizás la esencia misma del hecho de estar vivo. Un cadáver nunca toma decisiones. Firmar o no firmar. Una jubilación es un premio al trabajo realizado. Un descanso merecido. Un ERE no es exactamente lo mismo: Un día tu empresa te dice:           -    Mira, co, necesitamos soltar lastre para poder seguir a flote y tú, TÚ, eres el lastre. Soy yo, ahora, el dinosaurio, parecido a los que encontré  hace ya muchos años (algunos aún siguen pastando por a