King's Night

El padre Anselmo de visita escolar con sus niños rubios perfectos y uniformados por el museo de ciencias naturales frente a la sección de rapaces.

- El águila ratonera se alimenta principalmente de pequeños roedores,
-¿también del ratoncito perez?
- El ratoncito perez no existe.- contesta rotundo.

(Silencio. Los niños desconceratdos con ojos como platos se miran unos a otros

-Y ¿papa noel?
- Tampoco
(La tensión se corta en el ambiente9

-¿Y los reyes magos?

El padre Anselmo se da la vuelta y se dirige hacia la sección de reptiles y todos los niños le siguen silenciosos y meditabundos sin saber que pensar

King's Night. Tan falsa como my English. Una ciudad entera esperando la cabalgata como en Bienvenido, Mister Marshall y al final, un reguero de cadajones de caballo y envolturas de caramelos.

Hay que joderse. que la noche mas bonita de año no sea sino una puta mentira en la que todos nos implicamos 

Tal como está el patio no me extrañaría que sus majestades decidieran no hacer parada en este país de pacotilla donde ya no hay sitio para la ilusión .

De las noches de reyes recuerdo trajes gastados por un sinfín de cabalgatas, telas chillonas, pelucas y barbas postizas sujetas con gomas y fuera de su sitio. Negros embetunados de cuello blanco, algún rey completamente cocido con tanto moscatel, y a mi hermana convenciéndome de lo genial que sería que los reyes me trajesen regalos curiosamente más adecuados a la economía familiar que los que la TV de entonces insistía en que yo incluyera en mi carta. Nunca me pusieron un cinexin  ¡Qué empeño ponía la pobre para que los reyes no me decepcionaran!. Años después ya en el otro lado, la ilusión de mis hijos, mi propia ilusión y noches de traseros en pijama y zapatillas

Hoy, La policía, en su protocolo rutinario antiterrorista, revisa las alcantarillas del recorrido precintándolas una vez comprobadas con pequeños trozos de cinta plateada. 

Los reyes no siempre fueron tres, para los armenios, habían sido doce, y para los coptos, sesenta. (No me puedo imaginar comiéndome los polvorones para 60 reyes magos y otros tantos camellos) Hasta el s.IV no comenzó a prevalecer el número de tres. Y Sus nombres tal y como los conocemos hoy, aparecieron un siglo después. Hasta el s.VI no se habla del título de reyes. Lo de magos nunca estuvo  bien visto en la iglesia y cualquier cosa que oliera a magia o similar siempre terminaba en la hoguera.

Aparte de Melchor Gaspar y Baltasar , se habla ahora de Artaban , el cuarto rey mago, una especie de antihéroe despistado que perdió la estrella por el camino y nunca llego a su destino utilizando sus regalos para ayudar a todos refugiados, todas las putas y todos los marginales de la época que se encontró por el camino.

Tampoco hubo siempre un rey negro. Fue una cuestión del merchandising Hasta  final del s xv Baltasar no resulto ser de raza negra, negro como un tizón, con la idea de reforzar la idea de una iglesia universal (aunque como suele pasar, el símbolo de los tres reyes magos se tragó el significado de la fiesta).

Y así de representar las diferentes edades del hombre, pasaron a representar los continentes conocidos, el de Trump aún no se conocía. Llegaron en un caballo, en un camello y un elefante (Los animalistas pondrían el grito en el cielo con una cabalgata repleta de camellos y elefantes).

Y los regalos. Oro incienso y mirra. ¡Dios!,  ¡que infancia más triste debió pasar el pobre Jesús! ¿Os imagináis regalar a un recién nacido lo necesario para embalsamar a un muerto? es algo así como regalarle hoy en día un seguro de muertos, un arrendamiento vitalicio de un nicho o la factura de un embalsamador a futuro ¡hay que joderse que mal gusto!. Respecto al oro, me imagino a María diciendo algo así como, ¡con esto no se juega, que lo perderás! Y escondiéndolo en un cajón, mi madre me lo dijo y lo hizo con el anillo de la comunión y además tuvo razón la jodía. 

Hasta 1866 no se tiene constancia de la cabalgata de Alcoy que se  considera la más antigua de España y del mundo.

Lo cierto es que con carroza de trans o sin ella (¿dónde está  la polémica si las cabalgata de reyes siempre ha tenido motivos de lo más variopintos?) El caso es que la mirada ilusionada de los niños la mañana de día 6 no tiene precio. Qué más da si son reyes o magas republicanas. Carrozas de trans o de la guerra de las galaxias. Lo importante es esa mentira gigantesca en la que todos nos involucramos para crear una ilusión de un mundo mucho mejor que el mundo real de abarcas vacías. Las tradiciones son como la energía, ni se crean ni se destruyen solo se trasforman. De otra forma terminan sabiendo a avellanas rancias,se apolillan y  mueren. 

Las abarcas desiertas, de Miguel Hernández

Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.

Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.




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