Para Antígona
A las mujeres que se tragaron su dolor y tiraron para delante. Víctimas silenciadas y olvidadas de nuestra historia. Aquellas listas negras, aves de mal agüero, sobrevuelan los pueblos de España noche tras noche. Listas de nombres escritos con caligrafía torpe y ostentosa como conjuros de muerte lanzados desde el poder de la victoria. Verdugos oliendo a alcohol, mirando a los ojos de sus vecinos, hasta el último momento, intentando esquivar la mirada de miedo y reproche que les perseguirá el resto de sus días. Regando cunetas y tapias desconchadas de sangre anónima destinada al olvido, (porque en este país, especialmente en este país, hay víctimas homenajeadas y víctimas olvidadas dependiendo de su verdugo). Los tiros rompen el silencio de la noche de norte a sur, de este a oeste y atrás quedan, los sollozos ahogados de las viudas, de los huérfanos, condenados al silencio y la miseria de los más parias entre los parias de la tierra. Un acto heroico como única...