La Diosa Madre y las Vírgenes de Agosto

Como cada 5 de agosto, en las primeras horas del día, el campano de Juan recorre el pueblo de punta a punta, dejando ecos de auroras por las esquinas y un aroma a café recién hecho que los vecinos ofrecen a su paso. Aquel otro 5 de agosto también cantó la aurora y también bandearon las campanas de la iglesia a fiesta grande, mientras nos preparábamos para recoger los resultados médicos de madre. En el camino estalló una tormenta de verano que nos obligó a parar bajo un puente. Un mal presagio. La Diosa, señora de las tormentas, había hablado: era Cáncer estdío III. Mal pronóstico. Aquel 5 de Agosto, como éste, la albahaca recién cortada de luís esperaba la hora de la Salve, a que los vecinos se lanzaran sobre ella, para conseguir un ramo protector. La plaza entera se llenaba de ese olor denso y dulzón en un acto, seguramente, reflejo de otros ritos mucho más antiguos y complejos de purificación y protección. Madre colocaba la albahac...